Hay viajes que suman destinos.
Y hay otros que cierran círculos.
Bonaire 2025 fue eso: un regreso consciente, profundo y cargado de significado. Volver a un lugar que forma parte de nuestra historia no solo como buzos, sino como escuela, como equipo y como comunidad.
Después de 9 años desde la fundación de Scuba Dive Argentina y casi 12 años desde nuestra primera vez en la isla, regresar a Bonaire fue volver a casa.
Bonaire no se entiende desde un barco.
Bonaire se vive desde la costa.
La libertad absoluta de elegir cada punto de buceo, decidir el horario, repetir un sitio si así lo pide el grupo o adaptar cada inmersión a los intereses y exigencias del momento, es lo que confirma —una vez más— que Bonaire es el mejor destino de buceo de costa del mundo.
Durante todo el viaje realizamos exclusivamente shore diving, no por limitación, sino por convicción. Porque Bonaire no necesita más que eso: accesos simples, arrecifes saludables y un ecosistema protegido bajo el Parque Marino Nacional de Bonaire, que permite bucear sin relojes y con respeto absoluto por el entorno.
Este viaje estuvo integrado únicamente por buzos experimentados.
No fue un viaje de formación ni de certificaciones. Fue un viaje para disfrutar, observar y profundizar.
Cada inmersión fue pensada, discutida y compartida. El ritmo fue el que el grupo necesitó, sin presiones externas y con la tranquilidad que solo da la experiencia acumulada.
Eso permitió perfiles largos, buceos conscientes y una convivencia donde el aprendizaje apareció de forma natural, incluso sin proponérselo.
Volver a Bonaire después de tantos años no fue nostalgia: fue confirmación.
La isla sigue siendo ese lugar donde el buceo se siente honesto, donde el respeto por el entorno no es un discurso sino una práctica cotidiana, y donde cada inmersión recuerda por qué elegimos este camino.
Para Scuba Dive Argentina, Bonaire no es solo un destino recurrente: es parte de nuestra identidad. Lo visitamos en más de siete oportunidades, y aun así, cada regreso se siente único.
Este viaje también fue una oportunidad para destacar el enorme trabajo de Mariela, candidata a Divemaster de la escuela, cuyo desempeño durante toda la experiencia fue excepcional.
Su compromiso, organización, acompañamiento al grupo y lectura constante de las necesidades dentro y fuera del agua fueron clave para que el viaje fluyera con la armonía que lo caracterizó.
Bonaire 2025 también fue parte de ese crecimiento.
Bonaire 2025 no fue solo un viaje más en el calendario.
Fue un regreso al origen, una reafirmación del camino recorrido y una mirada clara hacia lo que viene.
Bucear nuevamente en nuestra “segunda casa”, rodeados de buzos experimentados, con libertad total y en un entorno que sigue marcando el estándar del buceo de costa mundial, nos recordó algo esencial:
No se trata de acumular destinos, sino de volver a aquellos lugares que nos definen.
Bonaire siempre va a estar ahí.
Y nosotros, de una forma u otra, también.